No solo se presentan en temporada de vacaciones. Los famosos de Hollywood lo viven a diarioEl tema dejo de aterrar y se ha convertido también en estudio de sicólogos.
Pero lo que si es claro, es que los amores esporádicos y de vacaciones, ya sea en la playa, en la sierra, o de visita a familiares en otra ciudad del país o del mundo, traen consigo química y una relación pasajera entre dos.
Lo que puede resaltar fácil entre adolescentes, también a tocado apersonas adultas que sin un compromiso serio, se deciden por encontrar un amor de verano y disfrutar sus vacaciones.
No funciona con todo tipo de personas, pero muchos protagonistas de esa historias furtivas han contado su experiencia y han planteado una serie de puntos a seguir con los amores de verano.
Si se aventura a vivir un amor de verano, lea estas recomendaciones. Si no quiere iniciar relaciones sentimentales fugaces, prográmese desde ahora para hacer muchos amigos.
Las actitudes para lograrlo; seguridad y buen sentido del humor.
NO TIENE REGLAS
Para disfrutar un verdadero amor de verano, no existen compromisos. Las dos partes deben tener claro que compartirán sus vacaciones y que no habrá lazos afectivos mas allá de disfrutar sus días de descanso. Lo importante es que los dos tengan claro lo que vivirán y que la amistad acabara finalizada las vacaciones. No puede resultar ninguno enamorado.
SE DISFRUTA AL MÁXIMO
Como el tiempo es tan corto y los días pasaran volando, lo mejor es disfrutar al máximo cada instante. Por eso, un amor de verano no tiene espacio para reclamos ni para perder el tiempo en temas trascendentales. Diversión, rumba, una noche en la playa, un amanecer, bailar al máximo y compartir. No hay espacio para nada aburrido.
NO SE NECESITAN HISTORIALES
No es una obligación hablar sobre su pasado, su vida, dar la dirección de la ciudad natal, ni su numero fijo. Solo las dos personas quieren mantener una amistad, pueden compartir sus correos electrónicos y sus números telefónicos.
Las dos partes deben estar conscientes de que finalizadas las vacaciones, y después de haber retornado cada uno a sus lugares habituales, tendrán una buena comunicación pero con el tiempo todo se desvanecerá.
Si no sucede así, a disfrutar de una nueva amistad.
NO EXISTE LA CULPA
Desde que se toma la decisión de entablar una relación durante los 15 días de vacaciones, se acaba la culpa. Por lo general, un amor de verano lo viven dos personas que sin compromisos se unieron durante las vacaciones. Se trata de disfrutar el momento, por eso, afuera la culpa.
Según estudios de sicólogos en el tema, los amores de verano están cargados de felicidad porque las dos personas están alejadas de sus compromisos laborales, del estrés y tienen claro que se trata de pasarla bien. Los expertos manifiestan que la persona aprovecha ese tiempo para ser diferente y actuar de una forma particular, que no haría el resto del año. La persona se desinhibe. Por eso, quedan afuera las discusiones y los remordimientos.
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